"La batalla por México" (15 de diciembre, 2014)
El General Francisco Franco, dictador de España (1936-1975) |
Vicente Leñero, Anayeli Bautista, Erika Kassandra, semillas de la segunda revolución mexicana, in memoriam
John M. Ackerman
John M. Ackerman
Tomado de: Soberanía Popular
México juega hoy un papel similar
al de España durante la Guerra Civil de 1936-1939. El trágico resultado de
aquel conflicto preparó el terreno para el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Apenas cinco meses después de que el general Francisco Franco declarara su
victoria sobre las fuerzas republicanas en 1939, alcanzada con el apoyo
decidido de la Alemania nazi, Adolfo Hitler invadiría Polonia. Posteriormente
se multiplicaría exponencialmente la cantidad de personas exterminadas
diariamente en los “campos de concentración” del Tercer Reich.
Esto ocurre porque la llegada de
una democracia popular y participativa en México pondría en riesgo importantes
negocios de las grandes potencias. Más allá del evidente interés de Washington
en el petróleo, los recursos naturales y las drogas, México es hoy uno de los
nudos críticos para la articulación del crimen organizado y de los flujos
financieros, lícitos e ilícitos, a nivel internacional. Fuentes oficiales
estiman que se blanquean por lo menos 50 mil millones de dólares
(aproximadamente 700 mil millones de pesos mexicanos) anualmente en México,
aunque probablemente el monto es mucho mayor ya que por la naturaleza del
delito se esconde de la vista de las autoridades. Y la mayor parte de este
dinero no se queda en México, sino que una vez “limpiado” es transferido de
regreso a Estados Unidos con el apoyo de las grandes instituciones financieras
de Wall Street.
Por otro lado, un estudio de la
Universidad de San Diego estima que un promedio de 252 mil armas estadunidenses
cruzan la frontera hacia México cada año, lo cual implica ganancias de
aproximadamente 127 millones de dólares anuales para fabricantes de armas en el
país del norte. Asimismo, el endurecimiento militar de la frontera de Estados
Unidos con México ha generado enormes ganancias para los traficantes de
personas. Sus servicios delincuenciales son ahora más cotizados que nunca para
quienes quieran cruzar el río Bravo.
De acuerdo con el INEGI, los
ciudadanos denuncian solamente 3 millones de los 33 millones de delitos que se
cometen al año en el país. En consecuencia, el único camino para acabar con la
impunidad será generar un contexto en el que los ciudadanos se sientan
suficientemente empoderados para que puedan denunciar las violaciones
sistemáticas a sus derechos, su vida y su patrimonio. Pero este resultado
solamente se podría alcanzar a partir de una transformación radical en la
orientación del gobierno. En lugar de ser adversarios y obstáculos para el
libre desarrollo del pueblo, las autoridades tendrían que fungir como sus
aliados.
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