domingo, 11 de octubre de 2015

Los Niños Mineros‏

Tomado de: Sanjuana Martínez
Especial periódico La Jornada
Domingo 6 de septiembre de 2015, p. 12
Los Niños Mineros

El trabajo de los niños mineros en la región carbonífera de Coahuila está tan normalizado que Jesús Rogelio García Salazar se siente afortunado de tenerlo: “Gano mil pesos a la semana y me lo gasto en mí, en puras cocas (refrescos) y fritos”.

Tiene 16 años y trabaja en un pozo en Cloete, propiedad de Álvaro Jaime Arrellano, primer regidor del ayuntamiento de Sabinas por el Partido del Trabajo (PT): No hago mucho; sólo saco lodo del pozo con carretillas. Eso es nada, es muy fácil, nomás un ratillo, dice, luego de más de ocho diarias haciendo el tiro vertical del pozo.

En todas las minas clandestinas que encontramos normalmente hay niños. Cuando avisamos al gobierno de Rubén Moreira nos dicen que no tienen facultades para actuar. Es ilegal que laboren menores, y la Procuraduría de Justicia de Coahuila se lava las manos aduciendo que no tienen facultades, pero sí las tiene para rescatar niños jornaleros que no son del estado. Estos niños mineros son coahuilenses; son su responsabilidad.

Según la Secretaría del Trabajo, en esta zona trabajan unos 300 menores que son explotados en condiciones deplorables. El gobierno de Rubén Moreira rescató recientemente menores jornaleros, pero a los niños mineros los tiene completamente abandonados, sin sancionar a los empresarios o coyotes del carbón que los contratan de manera ilegal, denuncia Cristina Auerbach Benavides, directora de la organización Familia Pasta de Conchos.

No los rescata porque tiene conflicto de intereses. El gobierno de Coahuila se beneficia de los niños a través de la paraestatal del carbón Prodemi (Promotora de Desarrollo Minero) que vende el producto a la Comisión Federal de Electricidad, la cual usa carbón extraído por niños.

Añade: “Para un muchachito, que le paguen 800 o mil pesos es realmente una fortuna. No hay ningún otro empleo o posibilidad que les pueda generar un ingreso de esa magnitud. Ellos se vuelven lidercillos en estos pueblos. Lo que hacen es comprar tenis, una camiseta de moda y fritos, como le gustaría a cualquier chamaco. No hay maldad en ellos, no lo ven como algo malo; lo ven como una parte para construir su masculinidad. En esta región tan machista, con una masculinidad vulnerable, los hombres se prueban en las minas”.

Hay empresarios del carbón que pagan a los mineros entre 40 y 90 pesos, quienes extraen de cuatro a cinco toneladas al día: Hoy inspeccionaron una mina clandestina donde había menores. El patrón huyó y no pasa nada; es gente que nomás está afectando la minería.

La oficina de Familia Pasta de Conchos en Cloete está dando frutos. Los vecinos se han organizado y el viernes 4 de septiembre impidieron que continuara trabajando un tajo clandestino del regidor Álvaro Jaime, operado por el diputado Antonio Nerio, en la colonia Altamira, que finalmente fue clausurado por Protección Civil del municipio de Sabinas.


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