El día que Occidente prefiere olvidar
Tomado de: Voltairnet.org
por Michael Jabara Carley
La OTAN pretende reescribir la
Historia. Para ese bloque militar, la Segunda Guerra Mundial no fue un
conflicto interno del capitalismo sino una lucha gloriosa de la democracia en
contra del nazismo. Por ello, la Unión Soviética no pudo haber jugado
un papel importante en el conflicto. Todo lo contrario, nos dicen que el
régimen de Stalin mantuvo la más larga alianza posible con el Mal. Pero esa
propaganda no coincide con los hechos.
¿Cúantas veces ha escuchado usted que el pacto de no
agresión entre la Alemania nazi y la Unión Soviética se firmó el 23 de agosto
de 1939? Ese día, Adolf Hitler y Josef Stalin, iguales como dos gotas de agua,
dividieron el este de Europa desde el Báltico hasta el Mar Negro. Con ello se
iniciaba la Segunda Guerra Mundial. Stalin apuñaló por la espalda a Gran
Bretaña y Francia, las llamadas democracias occidentales, que en realidad eran
los dos imperios coloniales más grandes del mundo
Si hay un Estado que merece ser condenado por haber
saboteado la seguridad colectiva en los años 1930, es más bien Gran Bretaña y
no la URSS. Los británicos rechazaron repetidamente propuestas soviéticas a
favor de la creación de una alianza antinazi, o bloquearon el mejoramiento de
las relaciones francesas con Moscú. Como ustedes saben, Francia, siempre actuó
como un satélite de los anglosajones, entonces lo fue del Reino Unido,
actualmente es un satélite de Estados Unidos.
De acuerdo con el periódico Manchester Guardian, a
principios de 1939, la paz británica era «una manera inteligente de vender a
los amigos para pagarle a los enemigos».
Hoy todo ha cambiado, pero nada ha cambiado. Durante los
años entre guerras, el fascismo se hizo atractivo para las elites capitalistas
asustadas ante el socialismo y la URSS. Y después de la Segunda Guerra Mundial,
recuperó su poder de atracción ante las élites «liberales» de Occidente,
primero de manera más o menos clandestina y hoy incluso oficialmente.
Hay muchas demostraciones en los Estados bálticos que
conmemoran a los soldados de las SS que pelearon contra del Ejército Rojo del
lado de la Alemania nazi. ¿Y qué decir de Ucrania? Allí se homenajea
abiertamente al colaborador nazi Stepan Bandera e incluso a Hitler. Los camisas
pardas de la derecha representan la vanguardia de la junta de Kiev, y
derrocaron al gobierno electo de Ucrania en un golpe de Estado respaldado por
Occidente. La Unión Europea y Estados Unidos lo niegan. Según ellos, hay sólo
unos cuantos «elementos malos» en Kiev, pero no hay peor ciego que el que no
quiere ver.
Leer completo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario