Presos anuncian huelga nacional contra la esclavitud en las prisiones de Estados UnidosTomado de: amigosdemumiamx |
Presos anuncian huelga nacional contra la esclavitud para el 9 de septiembre de 2016, aniversario de la rebelión de Áttica.
(El
22 de abril de 2016, cientos de presos a través de Estados Unidos
lanzaron el siguiente llamado para una huelga nacional contra la
esclavitud en las prisiones, coordinada por los presos, para el 9 de
septiembre del 2016.)
Esto es un Llamado Contra la Esclavitud en América.
En
una voz, alzada desde las celdas de largos aislamientos, resonando en
los dormitorios y celdas desde Virginia a Oregón, nosotros, prisioneros,
a través de los EEUU juramos a finalmente acabar con la esclavitud en
el 2016.
En
septiembre 9 del 1971 prisioneros tomaron y cerraron Attica, la prisión
de Nueva York más notoria. En septiembre 9 del 2016, empezaremos una
acción para cerrar las prisiones a través de este país. No solo
demandaremos un fin a la esclavitud prisionera, lo acabaremos nosotros
mismos dejando de ser esclavos.
En
la década de los 1970’s el sistema estadounidense de prisiones se
derrumbaba. En Walpole, San Quentin, Soledad, Angola, y muchas otras
prisiones, la gente se levantaba, peleaban y recuperaban sus propias
vidas y cuerpos de las prisiones esclavizadoras. Por los últimos seis
años hemos recordado y renovado la lucha. En lo interino, la población
de prisioneros ha explotado y las tecnologías para controlar y
encarcelar se han desarrollado al nivel más sofisticado y represivo en
la historia del mundo. Las prisiones se han vuelto más dependientes en
la esclavitud y la tortura para mantener estabilidad.
Prisioneros
son forzados a trabajar por poco o cero pago. Eso es esclavitud. La
decimotercera enmienda de la constitución estadounidense mantiene una
excepción legal para continuar con la esclavitud en las prisiones de
EEUU. Dice “Ni en los Estados Unidos ni en ningún lugar sujeto a su
jurisdicción habrá esclavitud ni servidumbre involuntaria, excepto como
castigo de un delito del que el responsable haya quedado debidamente
convicto.” Los supervisores observan cada movimiento que hacemos, y si
no cumplimos con nuestras tareas asignadas al modo de ellos, somos
castigados. Tal vez han reemplazado el látigo por el aerosol de pimienta
pero muchos otros tormentos quedan: aislamiento, posiciones
restringidas, desnudándonos e investigando nuestros cuerpos, como si
fuéramos animales.
La
esclavitud esta vivito y coleando en el sistema de prisiones, pero para
fines de este año, ya no lo estará. Esto es un llamado al fin de la
esclavitud en EEUU. Esto es un llamado directo a los esclavos mismos. No
estamos haciendo demandas o peticiones a nuestros captores, estamos
llamando a nosotros mismos a tomar acción. A cada prisionero en cada
cárcel estatal y federal a través de estas tierras, te llamamos a ti
para que dejes de ser un esclavo, a dejar que se pudran los cultivos en
el campo de plantación, a irse a huelga y dejar de reproducir las
instituciones de tu encarcelamiento.
Esto es un llamado para una huelga de prisioneros a nivel nacional para
terminar con la esclavitud prisionera, empezando el 9 de septiembre del
2016. No pueden funcionar estas instalaciones sin nosotros.
Protestas
pacificas, huelgas laborales, huelgas de hambre y otras negaciones a
participar en rutinas y necesidades de la prisión han incrementado en
años recientes. La huelga de prisioneros del 2010 en Georgia, la huelga
de hambre masiva en California, la huelga del Movimiento Alabama Libre
en el 2014, han generado mucha atención, pero estas acciones no son las
únicas demostraciones de poder de los prisioneros.
Huelgas grandes, y a
veces efectivas, han estallado en el Penitenciario Estatal de Ohio, en
la Correccional de Menard en Illinois, en Red Onion en Virginia y
también en muchas otras prisiones. El floreciente movimiento de
resistencia es diverso e interconectado, incluyendo centros de
detenciones de inmigrantes, prisiones de mujeres y cárceles juveniles.
El otoño pasado, prisioneras en la Cárcel del Condado de Yuba en
California se unieron a una huelga de hambre iniciada por mujeres
detenidas en centros de detenciones de inmigrantes en California,
Colorado, y Texas.
Prisioneros
por todo el país regularmente participan en muchas muestras de poder.
Por lo más común lo han hecho a través de solidaridad entre convictos,
construyendo coaliciones a través de las líneas raciales y líneas de
bandas para confrontar al opresor común.
45 años después de Attica, las olas del cambio están regresando a las
prisiones estadounidenses. Este septiembre esperamos coordinar y
generalizar estas protestas, para construirlos en un solo cambio que el
sistema de prisiones estadounidense no puede ignorar o aguantar.
Esperamos acabar con la esclavitud prisionera al hacerla imposible, y al
negarse ser esclavos.
Para
lograr esta meta, necesitamos el apoyo de la gente afuera. Una prisión
es un ambiente que fácilmente ponen bajo cierre de emergencia, un lugar
de control y encarcelamiento donde la represión está construida con cada
pared y cada eslabón de las cadenas, cada gesto y rutina. Cuando nos
levantamos contra estas autoridades, se vienen sobre nosotros, y la
única protección que tenemos es la solidaridad que viene de afuera. El
encarcelamiento masivo, ya sea privado o sea en instituciones estatales
es un esquema donde los atrapa-eslavos patrullan nuestros barrios y
monitorean nuestras vidas. Esto requiere la criminalización masiva.
Nuestras aflicciones dentro de las prisiones son un arma usada para
controlar nuestras familias y comunidades allá afuera. Ciertos
estadounidenses viven cada día bajo no solo la amenaza de ejecuciones
extrajudiciales – a las cuales las protestas por las muertes de Mike
Brown, Tamir Rice, Sandra Bland, y muchos más han traído la atención que
hacía falta – sino también bajo la amenaza de captura, de ser aventados
en estas plantaciones, encadenados y forzados a trabajar.
Nuestra
protesta contra la esclavitud carcelaria es una protesta contra la ruta
desde las escuelas a las prisiones, una protesta contra el terror
policial, una protesta contra el control que nos imponen después de ser
liberados. Cuando deroguemos la esclavitud, ellos perderán mucho
incentivo para encarcelar a nuestros hijos, ellos dejaran de construir
trampas para encarcelar de nuevo a los que habían liberado.
Cuando le
quitamos el motivo económico y la grasa de nuestro trabajo forzado de la
máquina del sistema de prisiones, la estructura entera de tribunales y
policías, de control y de atrapa-esclavos deben de cambiar para
acomodarnos como humanos, en vez de esclavos.
Las
prisiones impactan a todos. Cuando nos levantemos y las rechacemos el 9
de septiembre del 2016, necesitamos saber que nuestros amigos,
familiares, y aliados allá afuera nos estarán respaldando. Esta
primavera y verano serán temporadas para organizar, para pasar la voz,
construir las redes de solidaridad y mostrar que estamos serios y de lo
que somos capaces.
Anímate, levántate, y únete.
Contra la esclavitud prisionera.
Por la liberación de todos.
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