lunes, 27 de abril de 2020

Declaración del FIT-U por el Día Internacional de los Trabajadores

1° DE MAYO DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES

Declaración del FIT-U por el Día Internacional de los Trabajadores

El próximo Primero de Mayo, día internacional de la clase obrera, encuentra al mundo inmerso en una crisis de magnitudes históricas. Realizaremos un acto que será transmitido por La Izquierda Diario y todas las redes sociales a partir de las 17 hs. Hablarán Romina del Plá, Cele Fierro, Juan Carlos Giordano y Nicolás del Caño. Previo a este acto, a las 15 hs., el PTS participará de un acto internacional simultáneo con organizaciones socialistas y revolucionarias de 14 países, que también será transmitido.

La pandemia que azota a la humanidad en pleno siglo XXI ha puesto de manifiesto la incompatibilidad del sistema capitalista y sus intereses en base al lucro y a la ganancia privada con la preservación de la salud de los pueblos de todo el mundo. La política de vaciamiento de los sistemas sanitarios públicos llevada a cabo por todos los gobiernos ha sido una constante, no sólo en los países semicoloniales sino también en las mecas del capitalismo mundial.

Los muertos por el virus se acercan a las 200.000 personas. La principal potencia imperialista del mundo, los Estados Unidos de Norteamérica, ha pasado a ser el epicentro de la crisis sanitaria. Otras potencias como Italia, Inglaterra y Francia también se anotan dentro del pelotón de los países más afectados por la propagación del virus sin poder controlar la multiplicación de las víctimas fatales.

En un mundo atravesado por “guerras” comerciales y monetarias, el desembarco de la pandemia redundó en un salto cualitativo y en una aceleración de la crisis capitalista mundial, crisis que ya se venía gestando desde tiempo atrás. 
La pandemia del Covid-19 puso fin a los devaneos de los escribas de la burguesía, empujando de un solo saque a la economía mundial no ya a una recesión sino directamente a una depresión. Los ‘inversionistas’ huyeron hacia los refugios de valor, se hundieron las acciones de las principales empresas del mundo, se rompieron las cadenas de pago y se desataron procesos de quiebras. Como consecuencia de toda esta crisis se están recrudeciendo hasta niveles insoportables todos los antagonismos sociales precedentes, y donde lo único que crece son los despidos, la pobreza y la miseria de millones de trabajadores y demás sectores populares. En Estados Unidos y en Europa los despidos de trabajadores se cuentan de a millones. Y el mismo fenómeno de destrucción de empleo masivo se extiende por todo el mundo, incluido nuestro país. Aunque también hay muestras de que los trabajadores y los pueblos del mundo se preparan para enfrentar los ajustes capitalistas.
Asimismo, el gobierno norteamericano se ha valido de la pandemia y de la crisis capitalista para impulsar un bloqueo económico reaccionario y criminal contra los pueblos de Cuba y Venezuela, y para redoblar sus amenazas militares contra Irán. Por su parte, la Unión Europea impulsa medidas de rescate similares a las del gobierno norteamericano.
Los gobiernos conservadores y derechistas de Europa, como el de Boris Johnson en Inglaterra y el de Emanuel Macron en Francia, así como los gobiernos centroizquierdistas o ‘progresistas’, como el de Giuseppe Conte en Italia y el de Pedro Sánchez en España, han rebelado su carácter criminal, al ofrecer resistencia al aislamiento social en función de preservar la “actividad económica” de sus respectivos países. Del mismo modo, en América Latina, la pandemia borró de un plumazo las diferencias entre el ultra derechista Jair Bolsonaro y el ‘nacional y popular’ López Obrador. Ambos, subestimando el impacto sanitario de la pandemia, empujan a las masas de sus respectivos países a ser víctimas del contagio masivo, con el objetivo de preservar la rentabilidad empresarial.
Las burocracias sindicales, lejos de defender las conquistas de los trabajadores, se anotan como voceros y representantes de sus respectivas patronales, rubricando los ataques de las patronales contra los derechos laborales. Y el gobierno a la vez que permite el alza de despidos, suspensiones y rebajas salariales, premia a las empresas con subsidios estatales para que afronten parte del pago de salarios, en lugar de que utilicen sus fabulosas ganancias obtenidas en años anteriores.
En la mayor parte de los países del mundo, los gobiernos capitalistas escudados en las crisis sanitarias refuerzan y le otorgan un renovado protagonismo a los aparatos de seguridad, previendo nuevos alzamientos de las masas ante la carestía generalizada y la catástrofe sanitaria. A esa tendencia general, en nuestro país el gobierno le agregó el ciberpatrullaje, que no es otra cosa que un represivo control social preventivo desde las redes sociales, frente a posibles protestas sociales y un alza del descontento.

La pandemia ha puesto en evidencia el carácter criminal de la política capitalista de los distintos gobiernos del mundo.