martes, 29 de septiembre de 2015

1 Año Sin Ayotzinapa

26 Septiembre 2015

Chihuahua, Chihuahua
1 Año Sin Ayotzinapa
Por: Tarikles

Ha pasado un año o el termino completo de los 365 días sin los compañeros normalistas de la escuela Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero. Ocurriendo el 26 de septiembre del 2014, y cuya autoría recae en el estado mexicano. Deserciones y pifias han marcado al actuar gubernamental. 

Claves han sido las ausencias de parte de las autoridades mexicanas, para ganarse el descredito de asesinos. Además, haberlo planeado y diseñado, en seguida, orquestado y ejecutado, para finalmente, negarlo.

¡A 1 año queda más que confirmada la participación del Ejército Mexicano, en el caso Ayotzinapa!
De lo contrario ¿Por qué negar tan tajantemente la entrada de madres, padres y familiares de los “desaparecidos” a los cuarteles militares, como lo han solicitado? Si el motivo es tan simple, investigar, revisar y entrevistar acerca de lo sucedido la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.

Por otra parte, es vox populi que han limitado e intentado bloquear el desempeño del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para la profundización de las investigaciones. Y que a pesar de ello, el informe[1] ha salido a la luz pública, y confirmado que el estado mexicano es corresponsal del crimen Ayotzinapa.

A la fecha existen activistas, como Gero Fong y Julián Contreras, que desde ciudad Juárez vienen sosteniendo la idea de un estado necro-narco político. Es decir, que administran la muerte de su población.

En las guerras, como en las broncas y peleas callejeras, golpear y lastimar al enemigo es el quehacer inmediato. Según cuenta mi memoria acerca de los manuales revisados, se encuentra hartamente documentado que en las trifulcas quienes pagan los platos rotos no solamente se ubican entre los propios actores en disputa.

Además de la propia violencia del conflicto, ya de por sí castrante en términos sociales y psicológicos, existen daños colaterales. Las y los más débiles son quienes siempre terminan pagando los platos rotos ajenos.

Así, desde que Peña Nieto decidió continuar la Guerra vs el Narco (Calderón 2006), y prolongar la militarización del país, quienes han pagado la peor parte han seguido siendo las mujeres, niñas, niños, jóvenes y adultos de las clases trabajadoras y más desprotegidas.                 

Como prolongación, han surgido las protestas y los reclamos sociales. Ante lo que, el estado mexicano, autoridades y gobiernos, han decidido responder con el asesinato, la desaparición y el pretendido olvido de quienes como los 43 Normalistas de Ayotzinapa, ponen el dedo en la llaga en los reclamos de ¡Justicia y Verdad!, en contra del estado capitalista mexicano.


¡Porque vivos se los llevaron!
¡Vivos los queremos!



[1] Ver informe completo de la CIDH sobre el caso Ayotzinapa

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