Días de Noviembre desde Pitufilandia.
Carta abierta a una amiga:
“Somero reporte y vehementes saludos”
Por: ex-Tarikles
Querida amiga:
Te escribo desde las violentas calles de Chihuahua ¡Ya te la sabes! desde chihuahuita
capital. Y escribo violentas, porque eso siguen resultando. Autoridades
recientes de color azul aplican la misma estrategia de la pasada administración
rojiblanca reprimir, ocultar y mediatizar la violencia en calle. Lo mismo que
en tus días por esta ciudad, cuando en el paseo era común y recurrente los ¡Pum, pum, pum! ¡Bang, Bang!
¡Riiaaaaatttttttttttttaaaaaaaaaaaaaaa! Y demás onomatopeyas referentes a la
violencia y balazos derivados de la Guerra vs el Narco de origen panista. Quizá
la única diferencia distinguible a primera vista sea la indiferencia que hoy
mostramos. ¡Hoy por hoy! feminicidios y matanzas siguen a la orden del día bajo
la venía gubernamental. La marea electoral sólo distrajo de manera temporal y
así las disputas entre rojiblancos y blanquiazules discurren sobre cuál bando
lleva más muertes y cadáveres en su haber. Quizás lo grave no sea eso ¡Ya te la sabes! de eso trata la
Necropolítica. Lo más grave quizá resulte la aparente dispersión y atomización
en que cayó el movimiento social en Chihuahua. ¿Qué por qué o cómo sucedió esto? No lo sé de cierto querida amiga.
Me parece una respuesta difícil de obtener, demasiadas variables, opacidad en
la información así como un terrible juego oscilante entre los oportunismos y
sectarismos locales. No obstante, te comparto la encomienda de realizar un
balance sobre el tema. Comenzar preguntándonos y distinguiendo en el corto
plazo ¿quiénes quedan?, preguntarnos: ¿Quiénes éramos previo a la elección de
Corral? ¿Quiénes quedamos después de que Corral fue electo gobernador? ¿En
dónde y qué hacían las organizaciones políticas y sociales previo a la
elección, así como su lugar y posición después de la jornada electoral?
Vehementes saludos
Por la parte personal, el golpeteo y marullo continúan su
esplendor ¡Ya te la sabes! Vituperios
y descréditos infundados, mentiras y golpes bajos por doquier. Mujeres y
hombres en el escarnio total del chisme de mala calidad, como cuando en su
tiempo compañeras y compañeros jaquearon y boicotearon nuestras mismas
herramientas de comunicación y difusión. ¡Ah
qué tiempos aquellos! pensarás que pienso. Que la nostalgia me ha llegado y
me abruma el nuevo escenario, Naaa, no imagines cosas que no son. Por el
contario, te comparto en emoción y vehemencia lo que acontece. Busco ejemplos
que nos puedan evocar situaciones y con ellas ayudarme en mis explicaciones. Mi
emoción regresó al tope, como cuando caminamos juntos el pasado 24 de abril, en
las calles de nuestra capital asistiendo a la convocatoria ¡Ni Una Más! de
trascendencias nacionales. ¿Recuerdas
este personaje femenino que se nos acercó por detrás, je sin albur, y os
dirigió a ti el descalificativo maldito de 4 letras? Sí, claro que debes
recordarla, las dimensiones de este personaje son grandes, de tal suerte, que
es alguien que difícilmente pasa desapercibida. ¿Capisci? Después de la pretendida provocación ofensiva de las
cuatro letras, volteaste a verme y sonreímos sobre nuestras libertades. A la
distancia en tiempos y kilómetros, me quedan claras las reacciones alusivas en
turno presente. Entender los orígenes, vuestros y míos quizás no sea cosa
simple. Viajar desde pequeños, aprender a comenzar de nuevo cada vez que fuese
necesario.
¡En hora buena querida
amiga!
Que tus libertades no se manchen con la doble moral de
Gargamel, Azrael y Pitufina[1].
¡Te extraño!
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