Por: Mumia Abu-Jamal
El imperio siempre es un ejercicio en violencia global, porque dominar es la
máxima violación, la verdadera raíz de la violencia.
¿Cuál era ese enclave? La fortaleza llamada Israel.
El petróleo encendió los faroles de Londres, y suministró a las
fábricas de Estados Unidos, llevando el país a su Edad Industrial.
Hacía falta un centinela para proteger ese precioso recurso.
Hacía falta un perro guardián en el vecindario.
Allí irrumpió la
Fortaleza Israel.
Palestina es un elemento
secundario para el imperio estadounidense y para sus apologistas imperiales. A
este imperio le tiene sin cuidado el dolor de Palestina, su sufrimiento, su
brutal humillación.
Así que mientras crecen las
crueldades del imperialismo, dando lugar a la rabia y la repugnancia, las
fuerzas solidarias también crecen, incorporando a la mayoría de la gente en la
faz de la Tierra.
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