martes, 11 de abril de 2017

ECONOMÍA SUBTERRÁNEA

A principios de abril 2017, Chihuahua, Chihuahua. 
EDITORIAL: LO QUE OTROS CALLAN
ECONOMÍA SUBTERRÁNEA

El fenómeno de la economía negra, informal, subterránea, irregular, oculta, paralela ó como quiera llamarse, cobra relevancia en Chihuahua y el País, ya que más del 63% de la población económicamente activa (PEA), se desempeña en el sector informal.

El concepto es tan genérico, que cubre realidades diferentes. Lo distintivo de la “Economía Subterránea”, reside en que agrupa formas de intercambio mercantiles ó no, legales ó ilegales ó formas de distribución que no dan lugar a ingresos para el Estado.
La relación con el Estado, es el criterio decisivo. La economía subterránea, engloba actividades ilegales en el sentido tradicional, como tráfico de drogas, evasión (desde el punto de vista fiscal), fuentes de ingreso no declaradas ajenas al ordenamiento económico del Estado, como el trabajo doméstico, agricultura de autoconsumo, etc.

Muchos empresarios chihuahuenses, evaden prestaciones sociales exigidas por Ley, incurriendo en las irregularidades de la economía informal.  

Persiguen a los ambulantes, pero practican la economía negra al hacer contrataciones “outsourcing” como artificio para evitar lo exigido por la Ley.  El crecimiento de la economía paralela, es positiva en la medida que refleja la capacidad de la iniciativa privada para superar obstáculos legales y así obtener beneficios, pero es negativa, porque distorsiona las estadísticas oficiales sobre crecimiento, inflación, desempleo y dificulta la implementación de una política económica adecuada. Nace por los excesivos requisitos y burocracia, así como por la incredulidad hacia el Gobierno y el intervencionismo desmedido del mismo.

La solución consiste en reducir sensiblemente la presión fiscal, dejar trabajar, y facilitar los caminos para que la economía subterránea, se legalice.  La “economía informal”, crece por los bajísimos salarios sin beneficios sociales que ofrecen los empresarios en sus economías formales de hambre, añadida con una explotación excesiva, de horas de trabajo y sin condiciones higiénicas y de seguridad. Lo que hace poco se llamó “segunda economía” (hoy 1ª.), comprende la simple corrupción y hasta los pequeños talleres que fabrican mercancías escasas ó inexistentes en los mercados regulados, también servicios de medio tiempo, reparaciones sin facturación ó hasta el fenómeno tan extendido como el alquiler de viviendas sin recibos de pago. 

La sobre explotación de los jóvenes y estudiantes en Chihuahua, a través de los medios tiempos, sin las prestaciones debidas y con pagos por honorarios no reportados al fisco, significan una repugnante economía negra, además de que es visto por auténticos sindicatos, como un instrumento empresarial para romper su fuerza.  No es tanto que la crisis propicie la economía informal, sino que esta hace que se preocupe ó voltee hacia ella.  Situarse fuera del control del Estado otorga flexibilidad al trabajo y mayores ingresos. 

Los factores que dan origen a la economía oculta, son los excesivos impuestos y las restricciones, así como la persecución y terrorismo fiscal. Los excesivos impuestos y los gastos en prestaciones sociales obligan a trabajar en una economía informal.  La economía subterránea sirve de válvula de escape a situaciones conflictivas y de crisis.

Cuando hay desempleo, la economía informal alivia la tensión.  Cuando hay carestía, los ingresos “extras” no solo mantienen el nivel de vida sino que fortalecen las actividades económicas.  Cuando el Estado ahoga a los trabajadores, la vuelta a lo artesanal ayuda a colocarse fuera de la órbita estatal.  La creación de pequeñas unidades de producción y familiares, pueden eludir con facilidad las normas fiscales y laborales.

La “subcontratación” y “subarriendo” de servicios (outsourcing) se enmascara el paso de una economía oficial, hacia una oculta.  La economía “sumergida” no se registra estadísticamente y evaden impuestos.  La ineficacia de los servicios prestados por el Gobierno, propicia economías ocultas en sectores como Correos, Educación, Salud, etc. Así, la ineficacia oficial en Chihuahua, ha generado el florecimiento de multitud de negocios privados dedicados a la entrega y recolección de correspondencia, cuya situación legal es dudosa ó inexistente. Y así están una generalidad de escuelas privadas “patito”, que nacen de la incapacidad de las Escuelas Públicas, por atender la demanda, ya sea por falta de presupuesto ó por carecer de nuevas carreras u oficios.  Hay hospitales y clínicas por el mismo estilo. ¿Cómo medimos la economía informal? La cuantificación es difícil, dado que no hay parámetros precisos. Pero, se aproxima mucho a la diferencia entre una economía estimada cuando no existía la informalidad y proyectada al crecimiento futuro y luego se le resta la economía real registrada.

También se utilizan métodos de muestreo, encuesta, e investigación con los declarantes.

La economía subterránea, desvirtúa las estadísticas sobre el empleo, en la medida que se consideran desempleados a persona que en realidad están ocupadas en trabajos que no declaran impuestos. Así, la inflación puede ser errónea, ya que solo recoge variaciones de precios de la economía oficial ó formal y por tanto, la economía subterránea conoce una tasa de inflación menor, a la que sufre el resto de la sociedad.  La preocupación del Gobierno, y de los empresarios debería ser la evaluación de la importancia de la economía informal y no tratar de erradicarla de manera directa.  En una situación de recesión, como la que vivimos no se debe permitir acabar con la economía informal, por medio de la persecución y represión ya que eso supone una reducción en su capacidad económica que redundaría en un aumento real del desempleo y la desaparición de importantes fuentes de beneficio.  La solución no radica en destruir la economía oculta, sino en dar facilidades para “legalizarla”, reglamentarla, en sacarla a la luz.

Una forma sería, la “amnistía fiscal”, que permitiría a personas y empresas, tener un respiro y regularizar su situación fiscal a partir de una fecha determinada y con pequeñísimos pagos fijos.  Cualquier ocultamiento ó fraude cometido, quedaría amnistiado a partir de la fecha pactada.  Obviamente esto requiere de una reforma al sistema impositivo haciéndolo sencillo y ágil. Si este, no se modifica no se verá ninguna razón poderosa, para quienes hasta entonces hayan evadido sus responsabilidades fiscales, y puedan dejar de hacerlo.  En conclusión, primero se deben fortalecer los ingresos familiares, impulsando la producción, con una drástica disminución de impuestos, dando un respiro y después se puede proceder a incrementarlos progresivamente, cuidando que no se pierdan las conquistas logradas.

Esto modificará el papel económico del Estado.

A t e n t a m e n t e:

César Augusto Gutiérrez Fierro

E Mail: augu_gtz@hotmail.com.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario