26 de marzo del 2016
18 meses después de Ayotzinapa
Por: Ala Sur
En un evento en donde se conjugó política
y espiritualidad, este sábado 26 de marzo en el Centro Histórico de la ciudad
de Chihuahua, representantes de las organizaciones locales cercanas y sensibles
al tema de las desapariciones, llevaron a cabo un pequeño mitin conmemorativo a
la desaparición de los 43 Normalistas.
La “Verdad Histórica” de Murillo
Karam, resultó un insulto de parte de las autoridades mexicanas hacia las
familias y amigos de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero.
Después de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI),
ha demostrado con hechos científicos la nulidad de la versión oficial, e
incluso ante el reconocimiento de la grave crisis en materia de derechos
humanos en el país, de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH), el gobierno de Peña Nieto mantiene su cerrazón.
En un ambiente rodeado por la
celebración de Semana Santa, un grupo de derecho humanistas y activistas, más
de corte político, realizaron una velada a nombre de los 43 estudiantes
normalistas desaparecidos el pasado 26 de sept 2014 en Iguala, Guerrero. Con
micrófono en mano y desde el quiosco central de la Plaza de Armas, se acusó la participación
y complicidad de las autoridades mexicanas en caso de Ayotzinapa, y muchos más.
La militarización en el país a
nombre de La Guerra vs Narco, comenzada bajo el mandato panista de Felipe
Calderón, empoderada dentro del priismo de Peña Nieto, respaldada por
gobernadores estatales de tradición perredista, así como en su momento ignorada
por López Obrador, ha traído consigo una política de violencia y muerte para la
población más desprotegida.
Las desapariciones han estado a la orden del día,
desde que militares y agentes federales fueron esparcidos a lo largo y ancho
del país. La trata de blancas, los crímenes y las ejecuciones han aumentado una
vez que el Ejército Mexicano usurpó las calles de México.
Muchas personas coinciden en que
el caso de los 43 Estudiantes de Ayotzinapa, además de ser uno de los más escandalosos
en la historia reciente del país, es la punta del iceberg de una escalada de
violencia y terror que han emprendido las autoridades y gobiernos mexicanos
frente a la población y sectores más desprotegidos. El objetivo resultó
impulsar y defender las reformas estructurales (neoliberales), que despojan y roban tanto bienes como derechos
históricamente conquistados del pueblo de México. Por ello necesario mantener
en las calles a militares y policías así tratar de contener y combatir los
brotes de inconformidad así como la suma de luchas y protestas sociales con
tintes de insurgencia.
Finalmente, entre las mujeres y
hombres que organizaron la velada se compartió información, poemas y consignas
en contra del estado mexicano.
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