“NO MÁS FRAUDE EN ALUMBRADO”, “PUEBLO DE JUÁREZ DICE NO AL FRAUDE”, “ESCUCHEN LA VOZ DEL PUEBLO”, “PANISTAS, LOS SERVICIOS PÚBLICOS SON OBLIGACIÓN DEL GOBIERNO, DEJEN DE USARLOS PARA NEGOCIOS Y MOCHES”, fueron algunas de las consignas que se expusieron afuera del congreso.
Acusaban a los diputados de corruptos, al intentar aprobar los proyectos de alumbrado, los cuales afectarán las finanzas públicas de las próximas cinco administraciones en ambas ciudades, debido a que los dictámenes establecen la autorización de que los proyectos sean pagados con recursos federales, que son para salud, educación, seguridad y otros rubros, lo que compromete la operación de próximas administraciones.
La presencia de un grupo de policías antimotines al interior del congreso, con escudos, toletes y botas militares generó la molestia de los ciudadanos que manifestaron que la actual legislatura actúa de forma arbitraria y viola los derechos humanos, al sostener que el Congreso es un edificio público.
No había acceso a ciudadanos al congreso y solo había una forma de ingresar al pleno, mediante un elevador operado manualmente por un guardia, con la tarea de evitar que nadie pudiera manifestarse al interior.
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