La mejor Revolución Educativa es el desayuno obligatorio: Adultos Mayores

“Sentados en Oro, pero muriéndonos de hambre, con muchas minas de Oro, dice, dice somos primer lugar y de qué nos sirve ser primer lugar en mina de Oro, si se las llevan los extranjeros”.

“Como ustedes los Adultos Mayores que se pasaron cotizando al Seguro Social, sí o no, 20 años para que les dieran una mugrosa pensión de $ 3 mil pesos, sí o no, la mínima, y llega un presidente con las manos en la mano, les dice a los jóvenes, ustedes van a recibir más que los Adultos Mayores $ 3 mil 600 pesos, sin jalar, haberse sacrificado, ni esforzado, nada”.

“Eso es regalar dinero sin esfuerzo -¡que no es de él!-, es dinero que está regalando, por qué, le digo yo ayer en una entrevista, por qué no forma el Instituto Nacional de Protección a la Infancia, que ése lo formó, nuestro ese sí presidente, también de apellido López, López Mateos, pero ese era López Mateos, Adolfo López Mateos, que ese no se hizo a un lado ante los E.E.U.U., ante la amenaza que vino en ese entonces John F. Kennedy, lo recuerdan 1962, 24 de junio de 1962, vino John F. Kennedy a querer amedrentar al presidente López Mateos y nuestro presidente lo mandó por un tubo en ese entonces, y le dijo John F. Kennedy, si nacionalizas la industria eléctrica te tumbo y la nacionalizó Adolfo López Mateos a los 2 meses de haber entrado, no andaba lloriqueando conque ya es muy poco tiempo y que me dejaron un país destruido. También López Mateos recibió un país destruido señores y formó un Plan de Ocupación Nacional con jornales, no regalaba el dinero, los utilizaba, decía vas a trabajar un jornal te pago un jornal nada más”.

“¿Por qué cree que le está regalando el dinero a los jóvenes? ¿Quién me dice? -Pa que no la hagan de pedo, pa tenerlos tranquilos-, porque son lo que van a votar señores, son los que van a votar el 2021, porque no se los da a los niños que son el futuro de México, que él dice, porque no hacer el Fondo del Instituto Nacional de Protección a la Infancia, se acuerdan que nos daban los desayunos escolares obligatorios. ¡Obligatorios, obligatorios! no me dejaran mentir ustedes, en todas las escuelas esa sí era una verdadera Revolución Educativa, porque íbamos desayunados con nuestros maestros, nos daban ¿Quién se acuerda? Yo me acuerdo, nos daban nuestro pan y nuestro lonche o un vaso de chocolate, bien. Les voy a dar lo que a mí me daban, un sándwich, ¼ de chocomilk con skippy, un huevo cocido, un plátano, una naranja y una manzana, con eso era suficiente para entrar uno a la escuela y aprender, pero las reformas actuales educativas son el papel, no en el individuo y se la pasan cambiando títulos”.