Chihuahua, Chihuahua
Abril 2015
Escuadrones de la Muerte
Por: Ala Sur
Antes del 2010, los Escuadrones
de la Muerte, estuvieron siendo denunciados por las y los compañeros de
la Liga Socialista Revolucionaria (LSR), en ciudad Juárez. En particular desde
las letras de Gero Fong y Julián Contreras, quienes denunciaron la existencia
de éstos grupos como parte de la estrategia del Estado y grupos empresariales
para infundir terror y miedo en la población.
El periodo de violencia que se
vivió a raíz de la militarización con Felipe Calderón, y en particular su
arranque en ciudad Juárez, cumplió un papel piloto de un plan más grande. La etapa
que se vive en nuestros días a nivel nacional resulta como producto de este
plan de contención social radicalizado en 2006.
(…) ¡Esto es terrorismo de
Estado!, la gran mentira que le están vendiendo a México y al mundo es que aquí
hay una guerra contra narcos, aquí no hay ninguna guerra contra el narco, aquí
hay una limpieza social, con el pretexto del narco están exterminando a los
estratos bajos de la población. ¡Esto es extremadamente grave! La población
debe saber que aquí hay escuadrones paramilitares, que esto sólo tiene parangón
con lo que hacían en El Salvador, en Guatemala, con estos grupos de la muerte,
escuadrones, con los Kaibiles que fueron entrenados en la Escuela de las
Américas.[i]
El portal electrónico
Revolución Tres Punto Cero, publicó desde marzo 2015, la existencia de dichos
grupos. Basado en comentarios de la abogada
Rosario Cáceres, Víctor Monreal y Carlos Fazio se sostiene la existencia de los
Escuadrones
de la Muerte.
(…) están divididos
en 4 grupos, los privados (que otorgan seguridad a quien los contrate);
paralelos (tienen mayor relación con narcotraficantes y se dedican a la
extorción y secuestro); insurgentes (las autodefensas) y Oficiales (los que
provienen desde los núcleos de las fuerzas armadas, puntualmente ejército y
marina). Son contratados y pagados por el Estado, quienes cometen crímenes como
los de Tlatlaya e Iguala (…), están conformados por agentes,
principalmente de la Marina y el Ejército, creados y adiestrados para
exterminar (…). La abogada Rosario Cáceres afirma que siempre han existido, ya
sea para delinquir o proteger al gobierno ante posibles levantamientos; Felipe
Calderón y puntualmente el de Peña Nieto, han provocado una cacería brutal de
inocentes.[1]
Previo y durante el 2010 desde chihuahua capital se
hizo lo propio bajo la batuta de Luis K. Fong (†), desde la Triple Alianza
entre la LSR (Chih), la Gota y el colectivo Doble Resistencia, retomando la
idea central pero con el nombre de Kaminatas vs la Muerte[ii]. A través de
ellas se explicó la interpretación de las Dos
Violencias, desde donde
se denunció que todo era parte de una estrategia del Estado Mexicano a nombre
de la Guerra vs el Narco, cuyo fin era una especie de Razia.
Según informes de organismos internacionales, (ONU[iii]), en particular el
emitido por parte de Zeid Ra'ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), quien visitó nuestro país el pasado
7 de octubre 2015. Dejó claro que el panorama en México es caótico y se vive
dentro de una severa crisis humanitaria. Mientras el gobierno trata de mantener
una imagen que no corresponde con la realidad, instituciones internacionales
como Amnistía y Human Right Watch (HRW), plantean una escenario más grave,
incluso ‘terrorífico’ con respecto a los derechos humanos debido a que el gobierno
no tiene ninguna respuesta coherente a la situación y por el contrario,
pareciera ser permisivo con los llamados escuadrones de la muerte.
Carlos Fazio enfatiza
el Estado decide quién es el ‘enemigo interno’, y al ser declarado como tal un
individuo es colocado ‘fuera de la ley’, esto bajo el disfraz de la contención
de estados delincuentes. Todo esto forma parte de una guerra de ocupación
integral, basada en la intervención estadunidense, como parte de la dominación
de espectro completo, proyecto diseñado por el Pentágono antes del 11 de
septiembre de 2001, donde lo militar, lo económico, lo mediático y lo cultural
tienen objetivos comunes y para alcanzarlos se debe controlar o eliminar a los
grupos contestatarios, con ese objetivo nace los escuadrones de la muerte (…),
una estrategia del gobierno mexicano[iv].
Es entonces que las
consignas de ¡Chihuahua no es cuartel fuera Ejército de él! ¡Juárez no es cuartel
fuera Ejército de él!..., continúan con vigencia. Mientras militares y
policías tengan tomado, a lo largo y ancho de nuestro país, ninguna lucha
tendrá camino prospero.
Entre tanto el
Ejército siga en las calles, la Defensa por los Territorios y Recursos
Naturales topara con sicarios, militares y policías del lado del capital
privado. El combate a los Feminicidios, Juvenicidios
y defensa de los Derechos Humanos se verán limitados por el miedo y la
impunidad, así como el hecho de que las ejecuciones, seguirán a la orden del
día. La defensa del campo y luchas campesinas, lo mismo que las obreras tendrán
como respuesta gubernamental la represión y cárcel por su disidencia.
Existe una trinchera
que no debemos olvidar, y ésta, resulta la calle, el espacio público callejero.
Los militares deberán regresar a sus cuarteles así como las policías deberán
ser limitadas por el espacio cívico y político. De lo contrario, el fantasma de
las policías comunitarias e insurgencia popular se mantendrán en vigencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario