La vigencia del control patronal en las prácticas de gestión laboral: El caso Zara
Uno de esos elementos es la asimetría en las relaciones de poder entre el capital y el trabajo, o dicho de otro modo, entre los empleadores y los trabajadores. Los primeros son los propietarios de los medios de producción, mientras que los segundos disponen únicamente de su (fuerza de) trabajo, que la intercambiarán para la obtención de un salario. Eso sí, no debe olvidarse que pese a la existencia de esa relación de asimetría o subordinación, se precisan el uno del otro. Los empleadores requieren de mano de obra, y los trabajadores de empleo para obtener una contraprestación económica. Aunque pueda aseverarse que ambos se necesitan, lo cierto es que la asimetría existe.
También es un elemento básico de este análisis la distinción que hay entre fuerza de trabajo y trabajo efectivo. El empleador compra la fuerza de trabajo durante un tiempo concreto, y no una cantidad dada de trabajo (Calavia, M.A. 1999: 200). Consecuentemente, el empleador, al no tener asegurado que se va a cumplir con lo previsto, esto es, no sabe si el trabajador va a cumplir las expectativas de resultados en cuanto a trabajo, optar por efectuar un control sobre la fuerza de trabajo contratada.
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