jueves, 21 de agosto de 2014

Los crímenes de lesa humanidad, como política de Estado...

Tomado de: REDDH


En esta condición inhumana de desaparición forzada se encuentran aún los luchadores sociales Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, reivindicados por el PDPR-EPR, quienes el pasado 25 de mayo cumplieron ya 7 años en esta situación deleznable; Francisco Paredes Ruiz defensor de derechos humanos, Daniela y Virgina Ortiz Ramírez, estudiante de secundaria y maestra de educación indígena integrantes del MULT; Lauro Juárez y Gabriel Gómez Caña integrantes del FPR en Oaxaca y Veracruz respectivamente; Carlos René Román profesor de la sección XXII de Oaxaca…

Al pueblo de México

La desaparición forzada de personas es un crimen que en nuestro país ha cobrado miles de víctimas, entre las que se cuentan luchadores sociales, defensores de derechos humanos y pueblo en general. Durante las últimas administraciones federales se ha aplicado de manera sistemática y recurrente lo que constituye una política de Estado, que rebasa los límites sexenales, política basada en el terror que tiene como objetivo combatir y contener el descontento generalizado, ya sea organizado o espontáneo.

Los crímenes de lesa humanidad, como política de Estado, no hay rincón donde los distintos niveles de gobiernos en turno no la cometan contra el pueblo, contra quienes en su intento por defenderse dignamente de la represión, opresión y explotación es objeto de este crimen. Es el caso de la compañera Luisa Margaret Castillo Mora, detenida desaparecida temporalmente el 11 de noviembre de 2013 en pleno centro histórico de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, quien días antes, siendo secretaria general del Sindicado de Trabajadores de Confianza, encabezo la toma de la unidad administrativa de esta ciudad; tal crimen se mantiene en la impunidad como los miles de casos en el país.

Sin duda la lista es interminable y con ello se demuestra que este cometido está dirigido a personas que manifiestan su descontento en formas organizativas, pero también existen aquellos que por su condición de clase, es decir, por ser de sectores marginados han sido arrancados de sus familias, configurándose la desaparición forzada por motivos sociales.

De Calderón a la fecha, la estrategia de combate al crimen organizado ha servido como coartada para cometer los más aberrantes crímenes contra la humanidad, a la vez que permite perfeccionar los métodos coercitivos y represivos. Sobre el ardid de la guerra “frontal” a la inseguridad, a la delincuencia y al narcotráfico se finca la estrategia de desarrollo económico, es decir, sobre la violencia de Estado se pretende paliar la crisis que vive el sistema; nuevamente se exige el baño de sangre para cerrar un ciclo más violento del capitalismo.

Vivos se los llevaron, vivos los queremos.

¡Presentación con vida de Edmundo Reyes Amaya, Gabriel Alberto Cruz Sánchez!

¡Desaparecidos, presentación!

¡Juicio y castigo a los autores materiales e intelectuales de estos crímenes de lesa humanidad!

¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo


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