jueves, 11 de agosto de 2016

CUESTIONAMIENTOS

Desde la Capital. (31-07-2016).
CUESTIONAMIENTOS.
Por: Julio Morales Quiñones.

El martes 26 se cumplieron 22 meses de la tragedia en Iguala, donde ese día de septiembre de 2014, 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron víctimas de una encerrona entre policías y guerreros unidos, según PGR. Los Ayotzinapapas, organizados e independientes marcharon por Reforma en CdMx. En el mitin, su representante legal Vidulfo Rosales hizo un balance de la investigación: Las pesquisas contra los responsables de la desaparición forzada de los 43 siguen estancadas, en un proceso de investigación negativo, turbio e irregular; sin pruebas científicas que acrediten la versión permanente de la PGR: “Los jóvenes fueron asesinados y sus restos incinerados en el basurero de Cocula”; dudosa teoría para los expertos de la CIDH que investigaron ampliamente, detectaron e inútilmente reportaron anomalías y fallas graves en diligencias. Cada vez, la PGR reacciona como hoy; Informando que una delegación de alto nivel del gobierno mexicano estará en Washington, en varias reuniones convocadas por la CIDH; ahí definirán el seguimiento a las medidas cautelares en el caso de los 43 desaparecidos. Este viernes, en Buenos Aires Argentina, un grupo con carteles y a gritos, cuestionó a EPN sobre el caso, Ayotzinapa.

Diversos distractores implementados por el interés de desviar la atención pública de Ayotzinapa, no han funcionado; ni siquiera el alboroto de los mexicanos con nexos familiares al otro lado del bravo por las convenciones multi-difundidas y multitudinarias en la disputa por ocupar la Casa Blanca. Medios nacionales destacan la crítica al juego de nuestra política exterior, desde que el presidente mexicano apostó por los demócratas. Repitió lo hecho en 1992, cuando Salinas apoyó a George W Bush contra Bill Clinton, envuelto en líos extramaritales. EPN, abiertamente se alineó a la otra Clinton. 25 minutos con Obama bastaron para tocar temas de fondo en condiciones muy particulares. Aunque el presidente y su equipo se ufanan de su relación con Obama y Washington, el trato se dañó desde que él modificó la forma como Calderón manejó estos asuntos. Llegó al extremo de llevar la colaboración plena con la CIA, a la alianza inopinadamente o no, con los enemigos del sexenio anterior, los cárteles de la droga. Esto, a futuro definirá la relación bilateral con EE UU, de cuya economía siempre dependeremos.

A 4 meses de la elección el resultado es impredecible. Trump parece sin posibilidad ante Hillary. Si la situación cambia de aquí a noviembre y gana, el republicano cumplirá amenazas y pondrá condiciones. El cambio tendría un costo doloroso secreto hasta hoy. El pasado enero, una delegación mexicana del más alto nivel fue a Washington y la comitiva de EPN se encontró con Obama en la oficina oval; la condición fue que el secretario de gobernación no estuviera presente; Peña Nieto aceptó y el de segob se mantuvo en el Departamento de seguridad territorial; con ello se ocultó el desastre. Ahí se dio el cerrojazo a las agencias con la llamada “Ventanilla Única”; contribuyendo a la irritación y desconfianza. Las secuelas de la ríspida relación las pagó EPN durante su visita en febrero. El vicepresidente Joe Baiden literalmente lo regañó. En los últimos párrafos de la hoja difundida en la Casa Blanca, aparecen 2 concesiones obligadas: 1.- Aceptó capacitar a agentes migratorios para identificar y entrevistar a “la población vulnerable”. Bajo este eufemismo se obliga a México a checar terroristas y se le endilga el primer control de seguridad para los vecinos. 2.- Un nuevo plan involucra a EE UU para erradicar cultivos de opio y combatir la producción de heroína en México; lo supervisará el grupo bilateral que coordinará la lucha antidrogas; el tiro de gracia para la ventanilla única.

Sus asesores cobran por aconsejarle: ir a Washington cuando los republicanos coronaron a Trump. Este no lo olvidará en caso de ganar. Revivir la otra casa blanca y pedir perdón por algo que en su momento no reconoció y le aconsejan azuzar a MVS contra periodistas y casa editora para achacarles daño moral por el prólogo del libro del reportaje por el que, a Carmen Aristegui, Sebastián Barragán, Rafael Cabrera, Daniel Lizárraga e Irving Huerta, se les otorgó el Premio García Márquez en Colombia. Por ese mismo, en México se les hostiga y persigue. ¿Pidió perdón, pero él atosiga a sus delatores?

                                                                  

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