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Mumia con Abdul
Jon, Fatirah Azia y Pam África
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Queridos hermanos,
hermanas, amigos y amigas, compañeros y compañeras,
¡A movernos!
Mandamos saludos a todos. Ojalá pudiéramos estar con ustedes en
vivo.
Me uno con ustedes
en espíritu aquí y en otras ciudades donde nuestra gente hoy se
reúne.
Nos reunimos en un
acto de celebración y protesta. Nos reunimos para celebrar la
resistencia al complejo industrial carcelario y a los tribunales que
han bendecido este monstruoso proyecto con una pátina de legalidad.
Nos reunimos en una protesta contra la obscenidad del encarcelamiento
masivo. Nos reunimos en una protesta contra la tortura del
confinamiento en solitario. Nos reunimos en una protesta contra la
indignidad de la pena de muerte.
Tenemos que
construir un movimiento que logre cambios en estos sistemas de
represión –no haciéndolos más amables, sino aboliéndolos para
que queden como reliquias de una época del pasado, de una edad de
ignorancia. Tenemos que construir un poder imparable, el poder de un
pueblo empeñado en lograr la libertad.
Nos enseñan que
los tribunales protegen los derechos constitucionales de todas las
personas. Pero éste definitivamente no es el caso. Ellos apoyan al
gobierno, a las corporaciones, a los ricos, a lo establecido. Ellos
apoyan al propio sistema del cual forman parte. Para los pobres, la
gente sin poder, el preso y el indigente, ellos representan puertas
cerradas, mentes cerradas y prisiones llenas hasta los topes.
Únete con nosotros
y transformaremos esta dura realidad. Únete a este movimiento de
libertad.
Desde la nación
encarcelada, soy tu hermano Mumia Abu-Jamal.
23 de abril de 2014
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