Ing. Fernando Flores Madrid[1]
Luis Iván Tarín Alcalá
Asamblea Popular Comunitaria
A raíz del triunfo de
Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el pasado 1º julio como nuevo Presidente de
la República Mexicana, se habla de la posibilidad de transformar al país (la IV Transformación), haciendo
referencia a lo que para él resultan los procesos históricos con mayor
importancia e impacto social en México (Independencia, Reforma y Revolución
Mexicana).
¡Una transformación que dé
mayor importancia a las y los más desprotegidos del país, tendría
necesariamente que referirse al sector campesino!
Con motivo de ello, se
han comenzado los trabajos correspondientes, es el caso de la reciente visita de
Víctor Suárez, Próximo Subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA), con diferentes productores del Estado de Chihuahua.
Un primer intento se llevó a cabo el 31 de julio,
asistiendo productores y ejidatarios de algunas regiones del Estado de Chihuahua,
y debido a que no se pudo concretar la asistencia del próximo Subsecretario de
Autosuficiencia Alimentaria, la convocatoria finalmente se presidió por Juan
Carlos Loera de la Rosa (Diputado Federal Electo elegido como Coordinador Estatal
de Programas Sociales), quien se pronunció por una nueva política de “Gobierno Territorial”
y Miguel Ángel Colunga (Electo Coordinador de la bancada de Morena en el
Congreso local), quien también manifestó públicamente interés en trabajar cercano
a la Asamblea Popular Comunitaria (APC). Asimismo, se tuvo una segunda reunión
el 10 de agosto, en un conocido restaurante de la ciudad de Cuauhtémoc, en
donde Víctor Suárez, Próximo Subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria,
asistió presidiendo la reunión con arriba de 40 productores de la región y
comprometiéndose a ubicar el Autosustento Alimentario como prioridad nacional.
En dichas reuniones, hay
que decirlo, hemos participado con toda la voluntad y necesario entendimiento
del nuevo contexto político nacional, aunque siempre manteniendo la agudeza y
críticas necesarias que nos caracteriza, por ello, exponemos lo siguiente:
Es verdad que los
problemas de los campesinos y productores de campo chihuahuense no se generaron
en los dos años que tiene el Gobierno Estatal de Javier Corral, su pecado, en
todo caso, es que, habiendo hablado de resolverlos y prometiendo soluciones
todavía no muestre, ni siquiera voluntad política para dar la cara (represión frijoleros; ausencia de solución
en sobreexplotación del agua por productores Nogaleros, entre otros, problemas
relacionados con el campo).
Desde luego no es ocioso dirigirnos
a los orígenes de los problemas del campo chihuahuense que, si bien no son de
ahora, ni privativos del estado de Chihuahua, sino del país en general, también
es cierto que éstos se han venido agudizando, en la medida que no se han
desplegado políticas públicas, ni acciones transversales que ayuden a la
reactivación del campo en México.
¡Se trata de una inacción
como parte de una práctica, en una política de entrega de la Patria a los
capitales trasnacionales!
El Ejido, la Propiedad
Comunal y las Cooperativas Agrícolas, como ejemplos, pueden y deben desplegar
formas organizativas que posibiliten una productividad que compita tanto en los
mercados regionales y estatales, como nacionales. Es falso que la pequeña
parcela, unidad productiva, minifundio, traspatio o como quieran llamárseles,
no resulte productiva ni competitiva. Los campesinos y pequeños productores
tenemos razones técnicas, científicas y sociales para demostrar dicha falacia.
En realidad, existen
Cooperativas, Uniones y Empresas Sociales que han resultado exitosas, inclusive
dentro de ellas, las hay quienes están sosteniendo niveles de exportación. El
problema no es precisamente el retorno a la Hacienda Capitalista del
Porfiriato, como algunos neo-latifundistas nacionales y extranjeros pudieran
desearlo.
No se requiere ser
expertos para reconocer que el Campo Mexicano posee tal variedad de climas y
productos, que comparativamente podemos superar a países altamente
desarrollados. Los riesgos de la globalización están en la manera en cómo se
concibe ésta, de parte principalmente, de los que solo piensan en la
especulación y la ganancia, sin importarles la exclusión y devastación que
ocasionan. Es en este sentido que, los errores de los gobiernos de los últimos
30 años, tanto a nivel federal como estatal, son caracterizados principalmente
por su ausencia en políticas que alienten la producción, además de llevar a
cabo una práctica de entreguismo y claudicación.
Se deben optimizar los
recursos y dejar de lado aquellos proyectos y programas de corte paternalista, así
como asistencialistas, que se caracterizan por la entrega de animales (borregos, marranos, etcétera), sin
garantizar la alimentación de los mismos; aquellos que proporcionan semillas (frijol y maíz principalmente), sin saber
si quienes las reciben cuentan con tierras y/o parcelas en donde sembrar;
otorgan y ofrecen créditos, maquinaria y herramientas especializadas sin el
acompañamiento y capacitaciones necesarias.
Por lo anterior, identificamos
cuatros grandes lastres entre la población campesina en el estado de Chihuahua,
que bien, pudieran ser considerados para la media nacional:
1.- Una grave pérdida de
la identidad nacional en equivalencia con la pérdida de la soberanía
alimentaria.
2-. Una deuda histórica
derivado del menoscabo hacia las formas y costumbres de nuestros pueblos
indígenas.
3.- La urgencia de
generar cambios para revertir la pérdida de la Autosuficiencia Alimentaria de
las comunidades campesinas y su capacidad para generar excedentes.
4.- Niveles de salud y
educación por debajo de los establecidos como mínimos.
De ahí que nuestras
demandas sean:
a) Fomento inmediato al
sentido de pertenencia nacional, reconociendo nuestra Nación como pluriétnica y
multicultural, recordando nuestra historia como pueblos en lucha, ya que
resultaría muy lamentable tener que repetirla.
b) Respeto irrestricto
por las formas y costumbres de nuestros pueblos, así como recuperación de sus
territorios y recursos naturales, principalmente de los pueblos indígenas de
México, así como la búsqueda de los acuerdos que les beneficien en el más alto
sentido de la palabra.
c) Apoyo inmediato a Proyectos
Productivos en las regiones más lastimadas por la política Neoliberal de
últimas décadas.
d) Fomento a la Salud y
Educación Pública y Comunitaria.
e) Revalorar la
importancia y dar fomento a la producción de traspatio y minifundio, en todas
las formas de tenencia, facilitando su integración mediante la creación de
figuras asociativas y cadenas de mercado.
f) Capacitación constante
en producción y organización tomando como base los liderazgos auténticos y evaluando
la real interlocución.
Finalmente, de manera necesaria
demandamos un diálogo y recordamos los compromisos y responsabilidades a los
que se comprometió AMLO y su proyecto con los pueblos de México. La Patria por
la que en la Asamblea Popular Comunitaria luchamos, es una en donde quepamos
todos y no aquella de la que nos están expulsando. El campo mexicano para
nosotros es concebido como un circuito de vida y no como la posibilidad de un
mercado para la especulación y la ganancia.
¡Sin un Campo
Productivo y con Autonomía Política
no puede existir
Autosuficiencia Alimentaria, sin ella,
no puede haber ninguna
Transformación Social!
[1]
Texto original “Rescate y Desarrollo del Campo” del Ing. Fernando Flores Madrid
presentando el 13 de febrero del 2003 al entonces presidente Vicente Fox Quezada.
Adaptación y edición de Luis Iván Tarín Alcalá.
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