Noviembre 2017, Chihuahua
capital
¡Perdimos la Batalla!
Por: Luis Iván Tarín Alcalá
Militarización, entre la Pantalla
Grande y el Street Word
El asesinato de periodistas
se enmarcó dentro del incremento de la violencia en el estado de chihuahua,
posterior a la elección de Javier Corral como gobernador. Conforme sumaron los
días del año, las cifras de los feminicidios, las desapariciones y ejecuciones
se incrementaron.
Cabe decir que no sólo en el estado de Chihuahua, Bárbaro y Violento como suele describirse
coloquialmente, sino a nivel nacional como parte de los costos de la llamada Guerra Vs Crimen, heredada del 2006 con
Felipe Calderón y profundizada por Enrique Peña Nieto.
Ciudad Juárez y el tema
de los miles de asesinatos de mujeres, es un parteaguas en la historia reciente de nuestro país, no podemos
olvidar que la militarización del territorio nacional comenzó por el estado de
Chihuahua.
Haciendo valer el
pleonasmo, el comienzo inició(sic),
por militarizar los dos principales municipios de Chihuahua. Bajo nombre de la
“profesionalización” de las policías municipales en nuestro estado, se daba
entrada al proceso militar que hoy ocupa al país entero. Lo podemos ubicar en
las administraciones de Francisco Barrio (PAN, 1992-1998) y Patricio Martínez
(PRI, 1998-2004).
En esos años, la hegemonía del Consenso de Washington,
influyó casi por completo a la Norteamérica que incluye a los estados del norte
de México. Habían logrado penetrar en los espacios íntimos de la población
chihuahuense. El intercambio entre las décadas de los años 80 y 90 coincide
perfectamente con la entrada del Neoliberalismo en México. Se lograba por fin
el acceso a las grandes ligas.
En ciudad Juárez, a
comienzos de la década de los 90, aparecieron escandalosos asesinatos
principalmente de mujeres obreras que recibieron el nombre de Feminicidios.
Emblemático resulta el nombre del “Campo
Algodonero en 1993”.
Si bien es cierto, es sencillo averiguar, que el
término es acuñado por Diana Russell en 1970, en la fronteriza Juaritoxica,
como coloquialmente llaman en algunos espacios, los feminicidios son el
resultado indirecto de la política específica asentada en aquellos años que,
entre otras cosas, instauró la Industria Maquiladora como alternativa económica
para el estado. Por tanto, era necesario protegerla, el asesinato múltiple de
mujeres resultó ¡quizás! como
consecuencia colateral del desarrollo maquilador.
Los feminicidios llegaron a
la par o como resultado indirecto de la Maquila en Juárez, por una sencilla
razón, el incremento de policías y militares en las calles.
La Industria
Maquiladora se instauraría ¡Sí y sólo sí!
se adecuaban algunas leyes, reglamentos y requisitos: dos de ellos
particularmente relacionados, la urgente necesidad de profesionalizar a las
policías locales. Recordemos el nombre de CALEA como una de las principales
certificaciones de la policía en la administración de Patricio Martínez. Así
como la tipificación del Graffiti como delito. Para proteger el auge maquilador
en cuestión, era indispensable “Profesionalizar-militarizar”
a las policías locales, el asesinato múltiple de mujeres surgió como “consecuencia
indirecta” del incremento de policías y militares en las calles de las
principales ciudades del estado.
Charles Bowden concurrió
con su libro sobre ciudad Juárez, “The Laboratory of Our Future (1998)”, mismo en
el que Noam Chomsky, asistió el prólogo al denominar a ciudad Juárez como una
especie de Laboratorio Social. La película Hollywoodense, con alguna fama, “Sin
City”, producida por Robert Rodríguez y Frank Miller, traducida al español como
“La Ciudad del Pecado”, en una metáfora violenta y estéticamente perturbadora
de la misma frontera juarense. Los hermanos Cohen, por su parte, formularon una
bella narración protagonizada por Javier Barden en un su relato “No Countyry
for Old Man”, especifico del acontecer cotidiano del estado de Texas. En el
mismo relato visual, Tommy Lee Jones representa el ocaso de la justicia, a
través de la figura del Sherrif, en un Old
West, rejuvenecido por una nueva disputa del territorio que abarca al sur
de los E.E.U.U., y el norte de México. Más recientemente, “Logán” y su
barbaridad extraordinaria recurrieron al Paso, Texas como refugio de supervivencia
temporal. Quizás entendible porque Trump y sus constituidos quieren igualar el
experimento civilizatorio presente con un Mega Muro Fronterizo.
La propaganda y las circunstancias
de los Estados Unidos y México, centrándose en un vínculo más íntimo entre las
ciudades fronterizas de El Paso y Juárez en las últimas décadas del siglo
pasado y las primeras del presente, implicando al TLCAN, la inmigración,
pandillas, corrupción, narcotráfico y pobreza, con un México muy desigual frente
a los Estados Unidos y Canadá, dio como resultado colonias y asentamientos
urbanos empobrecidos, trabajo en maquiladoras y fábricas de propiedad
extranjeras, arrestos y abusos a las víctimas de la violencia a nombre de la Lucha Contra del Crimen, así como dificultades
dobles y triples para mujeres y niños, ha sido el resumen de la vida en Juárez.
Así como el Neoliberalismo desmanteló, casi por completo, al Estado Nación para
la posterior privatización de sectores como la Salud, Educación, Energía, por
mencionar sólo algunos, la Justicia, podemos decir, ha sido igualmente
privatizada.
En nuestros días, quienes
habitamos Chihuahua, sabemos de cierto, que la justicia no proviene de la vieja
máxima “Ojo por Ojo, Diente por Diente”,
como pretenden discursos mediáticos y oficiales. Mucho menos, bajo la fórmula
de la Legítima Defensa, lo que en día pregona, es la Ley de los Justicieros; células y comandos armados especializados
determinan quién debe morir.
La Privatización de la Justicia terminó
concediéndole el uso de la violencia, seguridad y/o justicia social a la
Paramilitarización y/o Narco Estado. La
Guerra vs en el Narco fue el nombre de la empresa que instauró el
experimento social de ciudad Juárez a escala nacional, que entre otras cosas
significó el pretendido control total del comercio y/o traslado de drogas de
México and USA country. La transferencia de enervantes y armas continúa siéndolo
de manera continua…, aún y con el Ejército a las calles.
Una de las señales con
mayor notoriedad de que ¡Perdimos la Batalla!, frente a la
Militarización, es la disminución de colectivos y personas que sostienen la
urgencia del regreso de los cuerpos militares a sus cuarteles. Las demandas y
consignas de ¡No a la Militarización!
¡Fuera Ejercito de las calles! Disminuyó.
Quizás la principal derrota que
acontece en la misiva textual, no significa que Logan haya logrado reproducirse
en una bella criatura mucho más violenta y peligrosa. Tampoco que Tommy Lee
Jones haya aceptado personificar la derrota del Sheriff…, la capitulación
consiste, en que a nivel sociedad, íntimo y colectivo, se cree que la solución
para contrarrestar Frankenstein Sociales,
deben construirse monstruos mayores. Se dejó de salir a las calles a exigir el
regreso de los militares a sus cuarteles, y eso en sí, es una derrota.
Durante el transcurso del
año 2017 las principales ciudades, así como una importante zona rural, del
estado de Chihuahua vivieron una nueva oleada de violencia, la cual aún no
sabemos si adecuarle como un nuevo capítulo más en la Guerra vs el Narco, iniciada en 2016 por Calderón.
No obstante, lo
que definitivamente sí podemos calificar es un incremento y/o agudización de la
violencia en la entidad. Y aunque las versiones oficiales y reacción del actual
gobernador, se mantienen en la negación y/o en el esquema de los grupos
antagónicos (Guerra entre Cárteles),
resulta cada vez más convincente, para quienes habitamos en el estado, que nos
encontramos en una Guerra tipo Razzia
en donde la mayoría de la violencia armada queda perfectamente explicada bajo
los esquemas de ejecuciones y desapariciones perpetuadas por “Grupos Paramilitares” y/o “Escuadrones de la Muerte”, muchas de
las veces integrados por policías y militares del estado y/o bajo su anuencia.
En la actualidad está más que documentado que autoridades, gobiernos, cuerpos
militares y policiacos están implicados en abusos frente a la población y/o
sectores menos favorecidos. Del mismo modo, que vemos al actual gobernador
negando la presencia de la violencia como su única salida, observamos a Maru
Campos gastando recursos y tiempo en la compra de juguetes militares como The Black Mamba.
¡LA
POLÍTICA DE JAVIER CORRAL Y MARU CAMPOS HAN ESTADO BAJO LA IDEA PROTEGER A LOS
RICOS Y PODEROSOS, MIENTRAS PRETENDE MANTENER A TODOS LOS DEMÁS ASUSTADITOS Y CALLADITOS!