Tomado de: AZeta La Gaceta
Desarticulada la sociedad, las pocas organizaciones existentes, cooptados o débiles e individuales, los activistas que sostuvieron la batalla contra el priismo Duartista ahora en la nómina del gobierno panista, partidismos que infiltran en las organizaciones y la batalla diaria entre la verdad y la mentira del gobernador contra los medios de comunicación, han enronquecido la exigencia de justicia, ante una segunda oleada de violencia que genera asesinatos diarios, balaceras, movimientos de grupos armados, desapariciones, multihomicidios, las víctimas sociales de la guerra narca de Chihuahua, los números de mujeres que son asesinadas, por distintos hechos, la mayoría sin responsables, una sociedad indefensa ante poderes que mueven ejércitos, un alarido desde el desierto, entre el tornado de voces que claman justicia en un genocidio que se vive en otros estados, no se escucha, no hay quien escuche.
86 feminicidios según datos de las mismas organizaciones que respaldan a Corral, desde el gobierno estatal, se manejan los mismos números, aquí nos acostumbramos a la muerte, individual o colectiva, a la nota roja, no hace ruido si no son más de diez muertos en una rafagueada o un feminicidio que indigna y avergüenza, que además de miedo también genera rabia, indefensos, ellas más; otras organizaciones, también ligadas a Corral, aumentan las cifras, pero parece obsoleto gritar en el desierto, si el estado no escucha y no actúa, menos la federación, las instituciones internacionales, con Corral y avalada por las organizaciones.
Con Felipe Calderón, la primera oleada de muerte tuvo sus años más intensos entre 2009 y 2011, sin embargo, el clamor se escuchaba a nivel nacional, principalmente en los estados fronterizos, porque la oposición señaló la carnicería como el peor error de Calderón, la izquierda, de intentar legitimar su gobierno cuestionado y señalado de espurio, los estados en su mayoría casi total en manos del PRI, el señalamiento mutuo exhibía el rostro de México en el mundo.
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http://azetalagaceta.blogspot.mx/2017/11/columna-roja-genocidio-silencioso.html
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