lunes, 7 de noviembre de 2016

Tolerancia Cero…, en la capital chihuahuita.

Octubre en la ciudad de Chihuahua.
Tolerancia Cero…, en la capital chihuahuita.
Por: Tarikles
Preámbulo
Por obvio que resulte decir, la ciudad de Chihuahua vive momentos de algidez callejera. Significando en otras palabras, que quienes vivimos en esta ciudad nos encontramos más dispuestos en salir a la calle y protestar. Precisamente fue como se vivió desde principios de octubre. Sirva decir que para muchas personas la sólo mención del mes nos remonta a cuestiones políticas, por decirlo de manera cómoda, en esta ocasión no trascendió la excepción.

La transición septiembre-octubre ubicó fechas importantes en la lucha popular, de ahí la reivindicación por aglutinar acción, cavilación, persistencia histórica y sustento teórico a los hechos. Hubo quienes se dieron a la tarea de sumar actividades reflexivas y de corte analítico junto con las de calle.

Así pretendió consolidarse en Las Jornadas de la Memoria y Resistencia, que tuvieron lugar del 23 septiembre hasta el 9 de octubre, en donde organizaciones políticas de Chihuahua unieron fuerza para recordar el Asalto al Cuartel de Madera del 23 de septiembre de 1965, la desaparición de los 43 Normalistas de Ayotzinapa en septiembre 2014, el 2 de Octubre con su jornada sangrienta en Tlatelolco en 1968 además del Cuadragésimo Noveno Aniversario Luctuoso de Ernesto “Che” Guevara, refiriendo al 9 de octubre de 1967 en la Higuera, Bolivia.      
   
Además de lo mencionado, el mes implicó la transición del poder gubernamental local (Duarte-Corral), representando la segunda ocasión en la historia reciente de Chihuahua en que el Partido Acción Nacional (PAN), gana la gubernatura del Estado, siendo el motivo que ubica las siguientes reflexiones.

Antecedente
Los sexenios priistas de Cesar Duarte y Peña Nieto han puesto la sazón. Del 2010, pasando por el 1º de diciembre del 2012, a la fecha, la represión y el uso de la violencia como método para imponer el miedo, revalorando la propuesta de la periodista norteamericana Noami Klein con su “Doctrina del Shock[1], han sido la constante. La propuesta de militarizar el país ha pasado de manos panistas a priistas y viceversa, cuantas veces ha sido necesario. También los partidos burgueses de la escena nacional y estatal han respaldado en hechos, discursos y recursos la idea de extender a diestra y siniestra militares, armas y balazos por doquier.

La idea básica resulta de la síntesis del uso de la fuerza pública para mantener el control de la población, una vez que los recursos ideológicos y mediáticos del establishment han perdido peso. Se continúa el uso de las fuerzas públicas, con el matiz de la militarización el estilo norteamericano. Chihuahua tiene la particularidad, de haber experimentado, según dictaban discursos oficiales, de ser la primera o de las primigenias entidades en México de haber importado moral e ideológicamente este tipo de ideas[2]. Así como haberle implementado en la práctica, un ejemplo emblemático resulta “The Broken Windows”, en nuestro idioma, La Teoría de las Ventanas Rotas[3]. También conocida como “Tolerancia Cero”, desde donde se supone un bloqueo a la evasiva de multas y corrupción por medio de métodos, proceso y arrestos más fáciles y sencillos que incluyen la implementación de pesquisas (archivo-registro-antecedentes), en cualquier persona arrestada. El primero en adaptarle a gran nivel fue Rudy Giuliani[4], Alcalde de la ciudad de Nueva York de 1994 a 2001. Implementando la medida desde 1993, bajo los programas de "Tolerancia cero"[5] y "Calidad de vida". Todo como parte de un conjunto más amplio de reformas, según desde 1985, Giuliani implementó una policía más dura frente a las escapatorias del pasaje en el metro, detuvo a quienes bebían y orinaban en vía pública así como se dedicó a cazar a homeless neoyorquinos y personas marginales.  

Gobernadores de Chihuahua recientes e implicados en el proceso de militarización del Estado: Francisco Barrio Terrazas (1993-1998); Patricio Martínez (1998–2004); José Reyes Baeza Terrazas (2004-2010); Cesar Duarte Jáquez (2010-2016). Asimismo, cabe resaltar a Patricio Martínez (Chihuahua capital, 1992–1995), lo mismo que Francisco Barrio (Ciudad Juárez, 1983-1986), ambos cuando presidentes municipales, fueron anuncies, cada quien a sus estilo, de gestar y llevar a cabo las acciones necesarias para los inicios de la implementación de una política militarista.  

Escenario
Para Javier Corral, el panismo local y quienes le apoyaron se puede presentar una atmósfera brumosa. Entre serpentinas y presunciones las nebulosas discursivas pretendieron ocultar dos de sus principales lémures, los Feminicidios y la Guerra vs el Narco. Imposible olvidar que fue bajo el cobijo azul de Francisco “Pancho” Barrio, que se inauguró y permitió el desarrollo de los Feminicidios, principalmente en ciudad Juárez.   

Barrio fue gobernador de Chihuahua entre 1992 y 1998, años en que cundió la violencia relacionada con el narcotráfico, generando numerosas desapariciones de personas, muchas de ellas mujeres jóvenes. Durante ese periodo el feminicidio se convirtió en un problema endémico al que Barrio respondió con escasa sensibilidad. Hizo comentarios moralinos tendientes a incriminar a las víctimas; sugirió que se trataba de prostitutas o de niñas descuidadas por sus familias. El aparato judicial de su gobierno actuó con ineficacia y negligencia. En 1995, el entonces procurador de la República, Antonio Lozano Gracia, y el gobernador concertaron un plan piloto para militarizar el estado, con el pretexto de combatir el narcotráfico. El obispo de la tarahumara y varias organizaciones civiles se opusieron, debido a las tropelías y violación a los derechos humanos por parte de los militares. Eran los tiempos de la Familia Feliz, como era conocido su grupo político: tiempos de auge económico, durante los cuales los allegados del gobernador se beneficiaron de los negocios inmobiliarios. También fue la época de la llamada nómina confidencial. Barrio terminó su sexenio con un gesto desconcertante. En el verano de 1997 encabezó, en Ciudad Juárez, una marcha para exigir el fin a la violencia. El ciudadano común se preguntó a quién dirigía sus demandas el gobernador del Estado.”[6]
El mundo, el país y el mismo estado no viven lo que se vivió en 1980 y 1990, cuando Francisco Barrio otorgó el triunfo al panismo que actualmente retoma el poder. Eran épocas de un supuesto auge económico, la caída del Muro de Berlín en 1989 junto con las explicaciones de Fukuyama, sobre un supuesto Fin de la Historia[7], en donde la lucha de clases dejaba de ser el motor de la tradición humana, abonaron el ideal conservador que hegemonizó el pensamiento chihuahuita de las décadas mencionadas.      

“De acuerdo con la organización mexicana Elige, integrante de la campaña Alto a la Impunidad Ni una Muerta Más, desde 1993 –cuando apareció la primera víctima—al fin de su mandato fueron asesinadas por estrangulación o desnucamiento y con violencia sexual 90 mujeres, la mayoría de ellas obreras entre 15 a 19 años de edad. Elige contabiliza a otras 49 mujeres en años posteriores que ubica como asesinatos seriales, conformando un total de 139 crímenes similares, entre casi 320 mujeres asesinadas por varias causas según cifras de las organizaciones civiles del estado. En esos años, el entonces gobernador Francisco Barrio aseguró en diversas ocasiones que los más de 100 asesinatos de mujeres que se registraban casi al término de su gestión "eran una cifra normal" sin poder resolver satisfactoriamente las causas. Tanto Francisco Barrio Terrazas como sus colaboradores se obstinaron en cuestionar la moral de las mujeres asesinadas, bajo el argumento de que "salían a bailar con muchos hombres" y en asesinato de una menor de 10 años, consideró que su dentadura con caries denotaba "desintegración y el descuido familiar". Por la dilación de la justicia, negligencia, omisión culposa y menosprecio sexista de su gobierno, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), le hizo la recomendación 44/98. Por primera vez ese organismo nacional criticaba la discriminación hacia las mujeres”[8].
Bajo su capa albiceleste y un amable discurso Javier Corral logró personificar la principal diferencia entre comedia y farsa, sin que esto necesariamente se encontrara en su afán. Con el manejo mediático y profesional de símbolos como: el cambio, ¡Hasta la Victoria Siempre! Y un Nuevo Amanecer¸ el actual señor gobernador lucró cierto capital político que generó resultados. De tal suerte que logró posicionarse con el “buen” chiste de meter a Cesar Duarte a la cárcel. Hizo creer y en el intento creyó que la tragedia Duartiana-Priista-Peñista tendría final feliz. Más que comedia logró montar una farsa, consiguió hacerse pasar por lo que no es. Supo convertir de aquella persona que finge y/o aparenta lo que no siente en una opción popular. Un falsario resulta de un ser que representa farsas y que a diferencia de la comedia, más que la risa le conmueve la vergüenza de quien le mira. Es decir, la risa en la comedia resulta reflexiva puede llegar a conmover mientras que en la farsa la risa es impulsiva e irreflexiva.

Después de una agitada y turbulenta campaña electoral…, el máximo albiceleste local no tuvo “Luna de Miel”. Importante e inteligente socialdemócrata, orador y ex senador Javier Corral no tuvo posibilidad completa del goce y festejo nupcial. Tanto para el gobernador como para la alcaldesa el fantasma de la marabunta popular heredada del sexenio de Cesar Duarte, ha dado atisbos de vigencia. Ni un mes completo sucedió para que las protestas continuaran presentes y sin mayor preámbulo y quizá, sin prever futuras consecuencias lanzó la fuerza pública para reprimir las demandas de chóferes y mecánicos relacionados con los problemas y pifias del sistema de trasporte heredado de la anterior administración. Con endeble representación social el actual gobernador panista hubo que urgir definiciones más que promesas. La represión policiaca restó simpatías de manera inmediata.     

Nuevo Amanecer
Maru Campos nueva alcaldesa capitalina con características notables y de cuña alcurnia tiene pasos agigantados por su estirpe, que seguramente son las que le metieron en el embrollo actual. Menos de un mes de posesionarse en el ayuntamiento capitalino y ya con dos tres cargas de la herencia de Cesar Duarte con quien afinó maniobra política así como la obligación de responder por sus acciones y leyendas. Cuando Chihuahua capital está a punto de entrarle al polvorín político y social, una importante fracción que bien representa los intereses de la nueva alcaldesa al interior del Congreso Local, se encuentra destinada o distraída, vaya usteé a saber, con el problema de salud derivado de la picadura por garrapata (Rickettsiosis), que se resuelve con garantizar medidas de higiene y salubridad para toda la población de Chihuahua. Como esto ¡seguramente! no se encuentra en su agenda política, sólo les queda manosear el problema. La cosa es muy simple, garanticen las mínimas medidas de seguridad e higiene para la población. No sólo por sectores, como lo piensan, de tal manera no tendrán que realizar acciones al vapor para ello. ¿Por qué se agravó la cuestión de la mordedura de una garrapata? Porque garrapatas como ellos son parte intestinal de la clase política local. El problema de las garrapatas es un problema entre ricos y pobres, situación que cada vez más irá tomando importancia en la localidad.

Sin mucho ponderar, el nuevo gobernador Javier Corral en su discurso de toma de posesión en el recinto empresarial y de Estado Burgués, el Centro de Convenciones de la localidad, el pasado 4 de octubre, delante de una alta estirpe, que le acompañó en su evento, osó vindicar públicamente a uno de los creadores del Estado fascista de Israel; "Recordemos hoy con Simón Peres, que la grandeza en política es del tamaño de la causa a la que servimos[9]". Sin saber si el error ortográfico procede de los medios que replicaron la versión impresa de su discurso o deviene de un error original, para quienes de primer oído no entendimos del todo su mensaje, el gobernador electo de Chihuahua, consumó en público sus adhesiones al sionismo.

Alertemos sentidos y cuidemos que Javier Corral no refiera a un Nuevo Amanecer al mero estilo de la Grecia contemporánea, y se convierta en un Amanecer Dorado[10]y[11]. Por más que Javier Corral lo niegue, las ideas que defiende y el partido en el que milita son de tradición conservadora y corte autoritario. No está de más esperar un escenario difícil y agreste para la defensa de los Derechos Humanos, la tradición humanista y libertaria. Con un mes de trabajo las administraciones recién electas tanto en su parte municipal como a nivel de estado enfrentan un escenario complicado, por ello, recurrirán a los esquemas del tipo “Cero Tolerancia”, para intentar minimizar y contener el descontento social que pueda derivar de sus políticas.    
             
Consumación
Aunque Corral y las personas súbditas de su rededor lo nieguen, lo que tenemos a la mano son los problemas derivados de la Lucha de Clases, batalla entre quienes tienen y quiénes no. Que se agudizó con la llamada “Lucha vs el Crimen Organizado” impuesta e impulsada por Calderón, así como continuada y desmejorada por Peña Nieto. 

El origen político y las decisiones como adulto de Javier Corral dejan claro a quién representa. Sin ánimos de brillantez, baste revisar La Internet. Para resolver el problema de las garrapatas tendrán antes que resolver el problema de los perros marginales. Lo hemos venido diciendo, las protestas públicas y manifestaciones políticas se encuentran a la orden del día.

¡Cierren bien sus recintos no vaya a ser que las garrapatas de los movimientos y protestas sociales lleguen hasta entonces!  


Notas relacionadas:


 Referencias:

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