sábado, 20 de octubre de 2018

¡Sicario y Policía…, la misma porquería!

Por: Luis Iván Tarín Alcalá

A la primera persona que le escuche la frase “Sicario y Policía la misma porquería”, fue a Luis K. Fong (†), entre el 2010 y 2011, haciendo hincapié en el contexto de las Kaminatas vs La Muerte, como medida de resistencia y protesta ante la degradación social derivada de la conocida Guerra vs Narco que impuso Felipe Calderón (2006-2012), de tal suerte, que es menester personal, traerle al recuerdo en nuestros días de acumulación balística, feminicida y de sicariato desbocado.

Cuando se imaginó que aquellos días de esplendor violento no tendrían ni repetición, mucho menos algún aumento tumultuario, creíamos que ya nada podría horrorizar a la indignada sociedad chihuahuita, nos venimos a dar cuenta, que por el contario, la política gubernamental de masacres, descubrimientos comunes de fosas llenas de cuerpos y personas asesinadas, y por supuesto, el atroz aumento feminicida, en nuestros días ya no solo se trata de idiosincrasia estatal y/o local, sino que se nos presenta como una política nacional.

Continuamos viendo que los cárteles de la droga crecen, se fortalecen y hasta nuevas alianzas presentan, mientras tanto, los cuerpos policiacos, en sus tres niveles de gobierno, e incluso el propio Ejército Mexicano, están implicados con el llamado Crimen Organizado, del mismo modo observamos, que el consumo y su principal venta tanto en México como en los E.E. U.U., se prolonga y sigue dando grandes dividendos económicos y políticos, proporcionando fuerza a la idea de que se trata de una política binacional, al mero estilo hollywoodense.

En el Chihuahua del “Nuevo Amanecer” de tonalidades albicelestes, muy similar a lo acontecido en materia de seguridad que en los pasados gobiernos rojinegros del PRI, quienes principalmente han derramado su sangre, han sido las mujeres, básicamente pobres, trabajadoras de la maquila, pero ya no solo ellas, sino niños, adolescentes, estudiantes, adultos mayores, casi al grado de llegar a decir, que cualquier persona está expuesta a morir asesinada, todo justificado y explicado bajo la supuesta guerra vs el narco, delincuencia organizada y/o disputas por el trasiego y venta de las drogas.

Es importante insistir que ya no solo el estado de Chihuahua padece una severa crisis en materia de Derechos Humanos, sino todo México se encuentra sumido en lo que los propios organismos internacionales encargados de velar por los mismo, así lo han declarado y sostenido.

Uno de los casos más emblemáticos en el contexto y antecedentes de la Guerra vs Narco de Felipe Calderón, resultaron los llamados “Zetas”; baste recordar su origen y final, principalmente, un grupo de Elite Militar, entrenado a nivel internacional, por la Escuela de las Américas, decide cambiar de bando y genera uno de los grupos delictivos más importantes a la fecha.

La degradación violenta y casi por completo ausencia de respeto a los derechos humanos, que vivimos con las actuales autoridades, municipales y estatales, de Maru Campos y Javier Corral respectivamente, bien cuadra en lo que Luis K. Fong explicaba desde sus Dos Violencias y el trabajo político en las Kaminatas vs la Muerte, se concluía que la violencia no la sufren todos por igual; todos la padecemos de algún modo u otro, en distinta graduación:

En una palabra, en Chihuahua no hay una, sino dos violencias: la que afecta a los de arriba y la que nos está acabando a nosotros, las y los de abajo; la inmensa mayoría de las víctimas fatales de todo esto han sido jóvenes pobres, desocupados y frecuentemente adictos o malandrines; sospechosos de haber cometido algún delito”.

Una de las principales premisas, en contra de las versiones comunes y oficialistas, es que gran parte de la violencia que padecemos obedecen a crímenes de odio bajo Escuadrones de la Muerte, también conocido como Razia y/o “Limpieza Social”.

En nuestra opinión, todo comenzó, desde los días de las administraciones de Francisco Barrio (PAN) y Patricio Martínez (PRI), dentro del esquema de “Profesionalizar” a las Policías, continuando con programas del tipo “Operativo Escoba”.

Quedando claro que las actuales administraciones, municipal y estatal, de nuestro violento Chihuahua, como decía el mismo Luis K. Fong, “tienen la misma mentalidad que los justicieros anónimos: puede matarse sin consecuencias, pero no escandalizar, porque eso sería un escándalo”.

Referencias:
https://regeneracionradio.org/index.php/represion/abuso/item/4246-poblaciones-callejeras-discriminacion-y-limpieza-social

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