domingo, 22 de abril de 2018

Crónica de un conflicto en Sacramento

Ejido Sacramento, Chihuahua.
Por: Iván Tarín
El viernes 20 de abril se tuvo lugar de nuevo en la Asamblea Sacramento que incluye a las más de 20 comunidades circunvecinas a la caseta de Sacramento.

Es de recordarse que días atrás (martes 10 abril), vecinos y pobladores de las comunidades, implicadas en el paso Sacramento y alrededores, junto con una asamblea popular comunitaria, entre otros, se vieron obligados a derrumbar una barda y el portón que impedían el libre tránsito vehicular del camino paralelo a la caseta de cobro.

Los continuos accidentes fatales en las recién denominadas “Curvas de la Muerte” (Curvas del Perico), los incrementos a las gasolinas y el diésel, así como el subsecuente encarecimiento de la canasta básica y servicios, que aunado al pago recaudatorio e inconstitucional (Art 11) de la caseta Sacramento, repercuten directamente en la economía de las familias, pobladores y trabajadores de la zona, lo que empujó a la decisión de liberar por derecho el camino vecinal de la región.

Cabe decir que existen mayores agravios y omisiones de parte de los gobiernos y autoridades correspondientes, como incumplimientos y fallas a la población de las comunidades implicadas; falta de compromiso y respeto a un convenio con el Ejido Sacramento, informalidad y entrega discrecional en los programas de descuento y “libre tránsito” a través de tarjetas.

Así como acciones que bien pueden ser calificadas como mercenarias y/o de terrorismo, llegando a la obstrucción con maquinaria pesada y perforación de zanjas en caminos vecinales y veredas de la región, para obligar el acceso por la caseta Sacramento, dejando a la luz la ambiciosa mentalidad recaudatoria de gobiernos y empresas implicadas, que no le quieren dejar: “ni un quinto a la gente”.

La demanda de quitar las Casetas de Cobro (peaje) es tan sentida y común en los pobladores de la región, que la iniciativa de liberar el camino vecinal generó impactos de inmediato. Ni tardos, ni perezosos personal y encomendados de Javier Corral se acercaron al lugar para tratar de disuadir la liberación del camino.

Los conocidos llamados de gobernación movieron sus piezas, en al menos tres ocasiones se dieron promesas, invitaciones a mesas de diálogo y negociaciones en oficinas de gobierno, pero ante pifias y errores, los encomendados gubernamentales ensalzaron la situación al pretender desalojar mediante el uso de policías “especiales” (vestidos de civil) y antimotines.

Las repercusiones no quedaron ahí, además del fracaso por desalojar a los manifestantes, que, en mi opinión, se debió gracias a dos principales factores:

a) la creciente solidaridad de pobladores y vecinos que logró aumentar de 60 o 70 que iniciaron, al doble o más de las 200 personas, durante el transcurso de la liberación del camino. La suma de habitantes dispuestos a defender el libre acceso por el camino en cuestión, impidió que las fuerzas estatales nos doblarán en número.

b) Del mismo modo un segundo factor resultó, gracias a la rápida difusión de la información a través de las imágenes, videos y audios de los manifestantes y vecinos que lograron por medio de sus celulares trasmitir y difundir a sus familiares, amigos y medios solidarios las intenciones de Javier Corral por reprimir a los manifestantes y volver a impedir el libre acceso en el camino liberado.

Después del fiasco por parte de la primera avanzada del gobierno del estado, los manifestantes y vecinos en general identificaron el acierto de haber liberado el camino, más aún, obligaron al estado a comprometerse con mantener libre la brecha y asistir a una Asamblea Pública, que tuvo lugar el viernes 13 del mes, dos días después de derribar la barda y portón del camino, en el salón ejidal de la colonia Ocampo, la cual sobresalió con una asistencia mayor a las mil personas.

Ante la enjundia y fervor popular de más de un millar de asistentes que generó la Asamblea Pública, la cual se debe recordar, fue propuesta por parte de los asistentes de Corral (subalternos de Joel Gallegos), después se supo, que un par de patrullas y los comprometidos gubernamentales decidieron no llegar y/o asistir, generando la animadversión asamblearia decidiendo ahí mismo ir a liberar por más de una hora las plumas de la incómoda caseta Sacramento.

Las secuelas derivadas del derribe de la barda y portón, que obstaculizó por más de 20 años el libre tránsito del ejido Ocampo y comunidades aledañas, siguieron presentándose, después de los errores de Corral y su personal, la situación escaló en importancia, extendiéndose a una semana más llena de reuniones y movidas políticas en cuestión.

Las llamadas e intentos de comunicación de parte de integrantes y miembros del gobierno de Javier Corral se multiplicaron durante una segunda semana del argumento Sacramento, los días posteriores al viernes 13, fecha en que el descontento social acuñó la frase de: “O retiran la caseta o la retiramos”, se intensificó el trabajo gubernamental para continuar con sus tentativas de disuadir la liberación del camino vecinal.

En esta segunda avanzada del gobierno corralista para retraer a colonos y población implicada en los alrededores de la caseta Sacramento, quien se presentó como primerizo en las decisiones y ofertas resolutivas fue Martín Solís, otrora integrante y/o cercano al Frente Democrático Campesino (FDC), el Barzón y sus organizaciones campesinas y sociales que se decían cercanos y representantes de las causas del pueblo de chihuahua, quien se presentó el miércoles 18 del mes, en un segundo acercamiento de los representantes de Corral con los vecinos y pobladores de la región bajo la idea de encontrar “soluciones”, se dijo en el lugar.

Destacó que un día después el jueves 19, Fuentes Vélez Secretario de Hacienda del Gobierno de Corral, desmintió por completo los dichos y discursos ofrecidos un día atrás por los empleados encabezados por Martín Solís, frente a la Asamblea Sacramento.

En alusión a las declaraciones contradictorias por los funcionarios de Corral, en torno a la petición de la “Tasa Cero” para todas las familias y pobladores de las comunidades alrededor de la caseta Sacramento, finalmente, la Asamblea Sacramento, decidió convocar a una reunión Pública para el próximo lunes 23 de abril, en las instalaciones de la caseta Sacramento, a las 11 am, en donde se tomará la decisión sobre las siguientes acciones.


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