Posted: 05 Jan 2015 03:36 AM PST
La
sorpresiva visita de Enrique Peña Nieto a Washington en medio de la
enorme crisis económica, política y social en México desnuda una vez más
quién realmente manda en el país.
Vapuleado
por su pueblo y agotadas todas sus estrategias políticas internas, el
deslegitimado ocupante de la Casa Blanca de Sierra Gorda 150 espera que
un abrazo de año nuevo en la Casa Blanca de Washington, en el Día de
Reyes, salve mágicamente su fallido sexenio. Pero es probable que le
salga el tiro por la culata.
La
programación de la reunión entre Barack Obama y Peña Nieto durante el
primer día de sesiones del nuevo Congreso de Estados Unidos garantiza
que el encuentro será ignorado tanto por la clase política como por los
principales medios de comunicación en el país vecino. En las elecciones
del pasado 4 de noviembre, el Partido Demócrata de Obama perdió su
control sobre el Senado y también sufrió una derrota histórica en la
Cámara de Representantes.
Este
martes 6 de enero será un día lleno de discursos y posicionamientos
políticos de los representantes de la nueva mayoría legislativa, así
como de debates sobre el cada vez más reducido margen de maniobra que
tendrá un debilitado Obama durante los últimos dos años de su mandato.
La
ausencia de una agenda clara o acuerdos relevantes en preparación para
la reunión Obama-Peña Nieto también confirma la insignificancia del
encuentro. El único interés de Obama será hacer propaganda para su
hipócrita "acción ejecutiva" en materia inmigratoria. Esta medida no
constituye de ninguna manera la "reforma migratoria integral" que ha
venido prometiendo desde hace años, sino que es simplemente más atole
con el dedo con el fin de evitar la fuga de votantes latinos...
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