“Tuvimos que poner un cadáver en una avenida para que nos escucharan, para que nos voltearan a ver…”
Denunciaba una participante trans del V Coloquio Dimensiones Transgresoras en la ENAH. Horas más tarde, recibimos la noticia del asesinato de Alessa Flores, compañera trans, trabajadora sexual y activista feminista. Fue encontrada esta tarde en un hotel en el área de Chabacano y, los primeros informes apuntan a uno de sus clientes como responsable del ataque. Lxs asistentes guardamos un minuto de silencio en su memoria. No había mucho más que hacer. La realidad de todo lo dicho durante el evento se materializó ante los ojos de todxs.
Y es que hace apenas trece días, Paola Ledezma, trabajadora sexual trans, había sido asesinada a balazos por un supuesto cliente.
Hace once días, aun con el arma, los testigos y los videos de los hechos, un juez decidió poner al asesino de Paola en libertad, argumentando que no había pruebas suficientes para mantenerlo preso.
Hace cinco días, en Chiapas, dos hombres irrumpieron en casa de Itzel, chica trans, y la asesinaron a puñaladas.
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